Problemas de Coordinación

Problemas de Coordinación

Extracto abreviado de la revista Natural Parent de enero/febrero de 1999 de Sally Goddard Blythe.

Movimiento y Lenguaje
Los problemas de coordinación reflejan la experiencia del niño con su propio cuerpo en el espacio.

El movimiento es el primer lenguaje del niño. A través del movimiento explora el mundo, obtiene un sentido de su propia posición en el espacio, desarrolla la conciencia de su mapa corporal y aprende a coordinar conjuntamente ojos y cuerpo. Su cuerpo es también su primer vehículo de expresión; la postura y el gesto nos dicen mucho por sí solos, mucho antes de que se desarrolle un habla fluida. El lenguaje corporal se queda con nosotros para el resto de la vida.

El nivel más avanzado de movimiento es la capacidad de permanecer totalmente quieto. Permanecer quieto requiere que todos los grupos musculares operen a la vez en perfecta sincronía con el sistema de equilibrio. El niño de primero de primaria que sentado no es capaz de estarse quieto puede estar mostrando que no tiene aún suficiente control sobre su cuerpo para suprimir el movimiento y centrar su atención en otra tarea.

En las primeras etapas del lenguaje, el movimiento y el lenguaje están unidos. Pídele a un niño de dos años y medio que te diga “mano” y normalmente te saludará con la mano a la vez que lo dice. Sólo a medida que el niño empieza a desarrollar un control automático sobre el movimiento, puede el lenguaje emerger como una capacidad independiente. ¿Por qué son tan importantes estas cosas para el aprendizaje en la escuela?

Se solía pensar que los reflejos primitivos no podían persistir en su forma más cruda en los niños normales. Un creciente grupo de investigadores (Ride, 1973, Bender, 1976, Wilkinson, 1994) sugiere ahora que pueden persistir y persisten entre los niños de escolarización normal vestigios de los patrones de reflejos primitivos, que siguen obstaculizando el desarrollo de las capacidades básicas en estos niños.

Un vocabulario de patrones de movimiento voluntario inadecuado limitará las capacidades expresivas del niño. Los niños que tienen una deficiencia motriz encuentran dificultades para integrar sus personalidades con el entorno ya que no tienen un repertorio completo de reacciones apropiadas. Una falta de automatización en las habilidades motrices impide el procesamiento cognitivo, de tal forma que el niño puede saber lo que quiere decir, pero sea incapaz de combinar las acciones motrices de la escritura con la expresión fluida de ideas.

El movimiento ayuda a desarrollar la conciencia espacial, la direccionalidad y el control del equilibrio. El sistema del equilibrio está conectado con los músculos que controlan el movimiento de los ojos a través de una vía denominada reflejo arco-vestibular. Los niños con mal equilibrio  también muestran frecuentemente alteraciones en el movimiento de los ojos, que a su vez puede afectar a la capacidad de la lectura o a tareas simples como alinear columnas para el cálculo matemático.
El movimiento forma cada vez menos parte de la vida de nuestros niños. Desde el nacimiento durante las horas que están despiertos, son a menudo colocados en los asientos modelados para bebés. A pesar de que estas sillas tienen un gran valor para las madres modernas, nunca deben sustituir al suelo como base para los primeros ejercicios del bebé. El gatear supone una etapa crucial en la integración de patrones motrices, ya que en el proceso de gatear el niño aprende a sincronizar por primera vez los sistemas de equilibrio, motriz, cenestésico y visual. La coordinación mano-ojo que involucra el gatear se desarrolla a la distancia exacta que el niño usa posteriormente para leer y escribir.

El niño de entre dos y tres años necesita mucho tiempo para correr, saltar, brincar, ir a la pata coja, rodar y tirarse. Estas actividades ayudan a preparar al sistema motriz para las habilidades motoras finas. Las horas pasadas frente al televisor son horas del aprendizaje pasivo  –no aportan nuevos materiales a los sistemas existentes-. El niño menor de 7 años de edad aprende mejor cuando se relaciona física y emocionalmente con lo material. El antiguo sistema de recitar toda la clase es un ejemplo de un método activo de aprendizaje, ayudaba a construir una memoria auditiva. Antes de aprender a sub-vocalizar, algo que muchos de nosotros hacemos al intentar memorizar algo, necesitamos en primer lugar vocalizar. El niño de edad escolar necesita tiempo tanto para moverse como para estar sentado –no todas las dificultades para leer, escribir y prestar atención residen en la cabeza, otras están relacionadas con el cuerpo.