Dispraxia – Trastorno Evolutivo de la Coordinación

Dispraxia – Trastorno Evolutivo de la Coordinación

Problemas de Coordinación
La palabra Dispraxia se deriva de dos fuentes: dis proviene del latín y significa “no fácil” o “con dificultad’, y  praxis del griego, que significa “acción» o «ejercicio». También se conoce como Trastorno Evolutivo de la Coordinación.
Es un término que se utiliza para describir la dificultad en la ejecución de acciones controladas voluntarias. Se trata de un trastorno del movimiento que implica una dificultad en la capacidad de llevar a cabo actividades que requieran habilidad en ausencia de parálisis, ataxia o cualquier otra discapacidad en las vías motoras primarias. Puede ser de origen evolutivo o adquirido.
Diagnosticar la Dispraxia
El diagnóstico de dispraxia lo suele realizar el médico, el psicólogo clínico, el fisioterapeuta o el terapeuta ocupacional.
El control voluntario del movimiento involucra a varios sistemas, pero existen unas áreas más destacadas implicadas en la dispraxia:

  • Las vías sensoriales.
  • El sistema motriz.
  • El sistema nervioso central como totalidad.

Cualquiera de estas áreas puede ser la responsable de los síntomas de dispraxia presentes. La identificación del área principal que está fallando es muy importante si se pretende dar el tratamiento o entrenamiento más efectivo.
Tratamiento de la Dispraxia
El niño que tenga una pobre conciencia sensorial responderá bien a un acercamiento terapéutico, que se concentre en entrenar cada uno de los sentidos para que la transmisión de información sea más efectiva. Esto puede hacerse a través de la estimulación de uno de los sentidos, por ejemplo, con la estimulación táctil o el entrenamiento auditivo para los niños que son hiper o hiposensibles en estas áreas. Los programas de movimiento también están diseñados para la mejora de la integración sensorial.
Si un conjunto de reflejos primitivos y posturales anormales está presente, interferirá en el desarrollo del control del equilibrio y de las habilidades motoras. Un programa de estimulación e inhibición de reflejos puede ayudar a establecer una sólida base para la mejora de las habilidades motoras y, por tanto, para la mejora del equilibrio, la coordinación y la confianza.
Problemas de Coordinación
Puede obtener más información sobre el tema en Problemas de Coordinación, donde se encuentra un extracto abreviado de la revista Natural Parent de los meses de enero/febrero de 1999, escrito por Sally Goddard Blythe de INPP.